El presente artículo de opinión trata de la evolución
del Índice de Precios al Consumo (IPC), desde 1965 hasta 2015. En este largo
periodo como se puede observar en el gráfico, los altibajos han sido variados.
Pero destacamos dos partes del periodo analizado, el comprendido entre 1965 y 1977, donde se da una tendencia alcista, llegando al 26,40% en 1977, y el periodo comprendido entre 1978 y 2015, donde se da una clara tendencia a la baja, fundamentalmente en el último año, donde el IPC llega a ser negativo.
Cabe preguntarse cuanto de caro o de barato le parece a un ciudadano de Extremadura, un kilo de patatas en función de su salario medio, y lo mismo a un ciudadano del País Vasco.
Volviendo a IPC, veamos como a afectado a 4 alimentos de uso común en la ciudadania.
Pero destacamos dos partes del periodo analizado, el comprendido entre 1965 y 1977, donde se da una tendencia alcista, llegando al 26,40% en 1977, y el periodo comprendido entre 1978 y 2015, donde se da una clara tendencia a la baja, fundamentalmente en el último año, donde el IPC llega a ser negativo.
Durante este periodo se destacan dos años: 1977 con el
IPC más alto de los 50 años analizados y 2014 con el IPC más bajo del periodo.
Como
todos sabemos el IPC, es un valor numérico porcentual que refleja las
variaciones que experimenta los precios de los productos (no todos), en un
periodo determinado, en este caso de forma anual. O dicho de otra forma lo que
cuesta vivir o el coste de la vida.
En el periodo
analizado destacamos varias cosas, por ejemplo, los duros años del inicio de la
democracia donde el IPC parecía que no tenia fin en sus subidas, algo que mucha
gente utilizo a efectos de comparar la situación con el franquisco, como si en
épocas anteriores la cosa hubiera sido siempre boyante, o la entrada de España
en el euro, por la reconversiòn de las pesetas a euros. Ya solo los avanzados
en edad, cada vez menos, seguimos mentalmente haciendo el calculo a efectos de
saber el valor como referencia, asimilado al coste de las cosas. Pero era
inevitable hacer referencia a nuestra
vieja peseta. Hoy en día todas estas cosas han pasado a mejor vida, y nuestros
jóvenes ni saben, ni se acuerdan de las pesetas.
La realidad
es que entre 1965 y 1975, el IPC medio anual fue del 8,86%, entre 1976 y 1985,
fue del 15,13%, entre 1986 y 1995, del 5,64%, entre 1996 y 2005, del 2,97% y
entre 2006 y 2015, el IPC medio ha sido de 1,67%. Por lo que podemos afirmar
con seguridad que los años de democracia nos ha proporcionado una menor subida
del coste de la vida de forma general.
Por otro lado, mientras en España en 2015 el SMI
estaba en 757 euros mes con las dos pagas incluidas, otros países de nuestro
entorno en Europa lo tenían en casi el doble que el nuestro, si bien es cierto,
que estos países llevan muchos más años que nosotros en democracia.
Además está el salario medio mensual en España, este,
cifrado en 2014 en unos 1.634 euros, aproximadamente, solo por encima de
Portugal y Grecia, y muy lejos del salario medio de países de nuestro entorno
europeo. Pero nuestro salario medio también está sujeto a diferentes
variaciones según la Comunidad o el sector.
Cabe preguntarse cuanto de caro o de barato le parece a un ciudadano de Extremadura, un kilo de patatas en función de su salario medio, y lo mismo a un ciudadano del País Vasco.
En cuanto al salario medio de los sectores ocurre
exactamente lo mismo. Las diferencias porcentuales son incluso superiores a los
salarios medios por comunidades.
El salario medio de un trabajador de la hostelería es
un 37% inferior a la media general, mientras que el salario medio del sector de
la energía esta en un 131% superior a la media general. Las diferencias entre
el salario medio y hostelería y el salario medio del sector de finanzas y
seguros son de casi el 200% y en el caso del sector de energía la diferencia es
superior.
Aquí, cabe preguntarse cuanto de caro o de barato le parece a un
trabajador de Hostelería, un kilo de patatas en función de su salario medio, y
lo mismo a un trabajador del sector de finanzas o de energía.
Volviendo a IPC, veamos como a afectado a 4 alimentos de uso común en la ciudadania.
Un litro de leche en 1965 costaba 6 pesetas, en 1975 paso a 21
pesetas, en 2000 paso a 98 pesetas, en 2008 subió a 159 pesetas y en 2012 bajo
129 pesetas. (Los precios referidos son medias).
Sin embargo
si aplicamos las subidas arrastradas al precio de inicio de la leche, podemos
observar que en 1975 con la aplicación de IPC la leche debió valer 15,13
pesetas el litro y no 21. Pero en 2000 su precio fue de 98 pesetas cuando el
IPC aplicado hubiera subido la leche a 121 pesetas por litro. En 2008, su
precio era de 159 pesetas cuando la aplicación de IPC la hubiera dejado en
154,25 pesetas, y finalmente en 2012 el mercado marcaba 129,78 pesetas por litro,
cuando el IPC la hubiera subido hasta las 168 pesetas.
Un litro de aceite de oliva en 1965 costaba 20 pesetas,
en 1975 paso a 72 pesetas, en 2000 paso a 375 pesetas, en 2008 subió a 547
pesetas y en 2012 bajo 452 pesetas.
Sin embargo
si aplicamos las subidas arrastradas al precio de inicio del aceite, podemos
observar que en 1975 con la aplicación de IPC el aceite debió valer 50 pesetas
el litro y no 72. Pero en 2000 su precio fue de 375 pesetas cuando el IPC
aplicado hubiera subido el aceite a 403 pesetas por litro.
En 2008, su
precio era de 547 pesetas cuando la aplicación de IPC la hubiera dejado en 514
pesetas, y finalmente en 2012 el mercado marcaba 452 pesetas por litro, cuando
el IPC la hubiera subido hasta las 551 pesetas.
Un kilo de azúcar en 1965 costaba 10 pesetas, en 1975
paso a 37 pesetas, en 2000 paso a 145 pesetas, en 2008 subió a 154 pesetas y en
2012 llegó a 161 pesetas.
Sin embargo
si aplicamos las subidas arrastradas al precio de inicio del azúcar, podemos
observar que en 1975 con la aplicación de IPC, la azúcar debió valer 25 pesetas
el kilo y no 37. Pero en 2000 su precio fue de 145 pesetas cuando el IPC
aplicado hubiera subido el kilo de azúcar a 202 pesetas por litro.
En 2008, su
precio era de 154 pesetas cuando la aplicación de IPC la hubiera dejado en 257
pesetas, y finalmente en 2012 el mercado marcaba 161 pesetas por kilo, cuando
el IPC la hubiera subido hasta las 281 pesetas.
Un kilo de patatas en 1965 costaba 2,5 pesetas, en 1975
paso a 7 pesetas, en 2000 paso a 115 pesetas, en 2008 subió a 133 pesetas y en
2012 bajo 139 pesetas.
Sin embargo
si aplicamos las subidas arrastradas al precio de inicio de las patatas,
podemos observar que en 1975 con la aplicación de IPC, la patata debió valer
6,30 pesetas el kilo y no 7. Pero en 2000 su precio fue de 115 pesetas cuando
el IPC aplicado hubiera subido el kilo de patatas a 50 pesetas. En 2008, su
precio era de 133 pesetas cuando la aplicación de IPC la hubiera dejado en 64
pesetas, y finalmente en 2012 el mercado marcaba 140 pesetas por kilo, cuando
el IPC la hubiera bajado hasta las 70 pesetas.
Esto significa que entre 1965 y 1975 el litro de leche subió a razón de un 22,65% al año. Entre 1976 y 2000 lo subida media anual fue del 14,71%. Entre 2001 y 2008 subió a razón del 7,87% y entre 2007 y 2012 bajo en un menos 4,69%.
Esto significa que entre 1965 y 1975 el litro de leche subió a razón de un 22,65% al año. Entre 1976 y 2000 lo subida media anual fue del 14,71%. Entre 2001 y 2008 subió a razón del 7,87% y entre 2007 y 2012 bajo en un menos 4,69%.
Entre 1965 y
1975 el litro de aceite subió a
razón de un 23,64% al año. Entre 1976 y 2000 la subida media anual fue del
16,83%. Entre 2001 y 2008 subió a razón del 5,75% y entre 2007 y 2012 bajo en
un menos 4,33%.
Entre 1965 y
1975 el kilo de azúcar subió a razón
de un 24,50% al año. Entre 1976 y 2000 la subida media anual fue del 11,70%.
Entre 2001 y 2008 subió a razón del 0,84% y entre 2007 y 2012 subió un 1,08%.
Entre 1965 y
1975 el kilo de patatas subió a
razón de un 16,36% al año. Entre 1976 y 2000 la subida media anual fue del
61,71%. Entre 2001 y 2008 subió a razón del 1,97% y entre 2007 y 2012 subió un
1,25%.
- La mayores subidas de los IPC anuales se dan antes de la
democracia.
- En democracia los IPC van disminuyendo de forma muy
significativa.
- Después de la entrada en el euro la subida porcentual de
precios de los alimentos analizados disminuye de forma importante
comparados con los porcentajes antes de la entrada en el euro.
- La sensacion de que una vez instaurado el euro, la vida
es mas cara, tiene que ver mas con los salarios que con la nueva moneda,
si bien en algunos productos esta sensacion es real.
- La percepción de que el coste de la vida es mas caro con el euro, es diferente en función de los salarios que se perciben en las Comunidades Autónomas y en los sectores de actividad.