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sábado, 11 de marzo de 2017

Disminuir costos siempre es posible.

Una de las preocupaciones de cualquier empresa es el control de los costos, tanto los fijos como los variables, en definitiva tantos unos como otros tienen una repercusión en las cuentas de las empresas, siendo más o menos llevaderos en función de los ingresos, facturaciones o ventas netas. Es por ello que las empresas deben de llevar un estricto control de los gastos, de forma que se puede mantener un valor bruto añadido positivo, que pueda llevar a la empresa a tener beneficios netos, en mayor o menor medida y dependiendo de su propia actividad, la situación económica, y el comportamiento de los mercados.
Los costos fijos de una empresa son aquellos que debe asumir independientemente de la actividad o producción que realice. Es decir, aun cuando la empresa tenga poca actividad o poco producción a realizar, afectando de forma importante a las cuentas, a las finanzas y tesorería.
Arrendamientos, seguros, impuestos, etc.; son gastos que deben de pagarse con más o menos producción o con más o menos productividad. Los costos fijos empiezan a ser un problema para las empresas en la medida que los ingresos por la razón que sea empiezan a disminuir. Cuando los costos fijos son elevados en un periodo continuado de poca actividad, producción o facturación, la empresa puede entrar en pérdidas, algo que en general acarrea problemas para todos sus miembros. En estos casos es de obligado cumplimiento plantear una renegociación de estos costes, siempre que sea posible, de forma transitoria o temporal hasta volver a la normalidad productiva o al punto de inflexión. Los costos fijos suelen denominarse costos generales. Se denominan fijos pero en verdad cambian con el tiempo, pero no varían en función de la cantidad de producción de un periodo determinado. La situación ideal de una empresa seria solo tener costes variables, pero esto es poco probable, por lo que el ingenio debe jugar un papel importante, además de afianzar una buena política comercial y una búsqueda de la satisfacción total de los clientes, que sirva para fidelizar su comportamiento para con nuestros productos.
Por el contrario los costos variables si cambien en proporción de la actividad o producción de la empresa, si aumenta la producción será necesario aumentar la materia prima, las mercaderías, suministros varios, en definitiva los aprovisionamientos necesario para atender el aumento de la actividad o de la producción. Estos costes si aumentan de forma proporcional, por lo que suelen variar en función de las unidades producidas. La suma de ambos costos son los costos totales.
Para hacer una buena política de control de costos, no solo es necesario saber el costo real de la unidad de producción, resulta muy conveniente también, saber el costo sectorizado del producto en las diferentes partes del proceso, es decir, en la media que la materia prima, avanza en cada parte del proceso y transformación, como se va comportando a nivel de costos. Ya que en cada parte del proceso los aumentos no serán proporcionales, y es necesario saber en qué partes del proceso, los porcentajes de coste son más altos, para acometerlos en primer lugar.

Imaginemos que una empresa cualquiera, tiene unos gastos fijos mensuales de 10.000 euros, y su análisis de costos variables, da como resultado final que por cada unidad producida, hay que imputar 0,5 euros.








Sin duda en la medida que se realice más producción y se venda, el coste por unidad va disminuyendo, hasta llegar al punto de inflexión, es decir, el punto de equilibrio entre los ingresos y los gastos necesario para producir un determinado número de unidades. A partir de ese punto, los costos por unidad irán disminuyendo, esta situación es la típica de la economía de escala.
Ejemplo distribución de costos en proceso

Pero llegados a este punto, solo nos queda determinar los costes del producto en sus diferentes fases, es decir, cuanto aumenta el costo en cada parte del proceso. Siguiendo el ejemplo anterior, es claro, que los primeros análisis se deberían realizar en el Proceso 2, que consume un 40% del costo total, en este caso 0,5 euros/und. A mas a mas, realizando el análisis de Pareto y la curva ABC, se concluye que el 76% de costo ese detecta en las partes del proceso 2, 5 y 1.



Finalmente, si además somos conocedores de cuáles son los nuestros índices de aprovechamiento de las maquinas y de producción, (IAM) y (IAP) los cuales nos indicaran nuestra capacidad de producción, y que márgenes de mejoras disponemos, cerraremos el circulo, para buscar, encontrar y actuar sobre nuestros costes fijos y variables.