“Solo hay
algo peor que formar a tus empleados y que se vayan. No formarlos y que se
queden”. Henry Ford. (Fundador de Ford).
Todavía no se considera la formación como una materia
necesaria para un mejor desarrollo de la empresa a todos los niveles. Existen
un gran número de empresas que no usan el crédito que tienen asignado en su
totalidad y muchas de ellas, ni siquiera la mitad del mismo.
El día a día, la gestión o la falta de tiempo, hacen
que se olvide o se deje en un segundo plano, la formación para trabajadores y
directivos, cuestión muy importante, en el reciclaje y transmisión del
conocimiento. Formar y formarse para mejorar lo que ya conocemos y adquirir
conocimientos nuevos en lo que desconocemos, está más cerca de ser una
inversión que un gasto. Todo esto a pesar de la existencia de Planes de ayuda a
la Formación Continua con financiación del Fondo Social Europeo y de la Fundación
Tripartita.
Las empresas disponen de un crédito anual asignado en
función del número de trabajadores y de la cuantía de la cuota de formación
profesional, por lo que la formación se puede financiar en las cuotas de la
seguridad social. El Real Decreto 395/2007, de 23 de marzo, estableció las cuantías
sujetas a subvención a las empresas que inviertan en formación. EL cálculo del
crédito de formación se realiza anualmente y no es acumulable, por lo que es
muy recomendable hacer uso del mismo, de lo contrario se pierde, además se
asegura una cantidad mínima de más de 400 euros, a cada empresa para invertir
en formación. Existen varias modalidades que cada empresa puede acoplar en
función de sus características, presencial, semi presencial, distancia,
teleformación o mixta.
“Si crees que la formación es cara, prueba con la
ignorancia”. Derek Bok. (Ex Rector Harvard University).
La
formación lejos de ser un gasto o una pérdida de la inversión, es justamente lo
contrario y donde hay muchos beneficios a considerar para los dos actores
principales.
Por
una lado, la empresa cuenta con un mayor valor del recurso, a un coste bajo y
subvencionable, mejora la imagen y el prestigio de la empresa, al tener el
talento estará mejor preparada para las posibles adversidades futuras, el
personal formado esta mas preparado para tomar decisiones y solucionar
problemas, mayor rentabilidad, aumento de la eficacia en el trabajo, aumenta la
productividad y en rendimiento, mayor motivación del personal y confianza en la
empresa, sentimiento de pertenecía y adhesión al proyecto, mayor flexibilidad
organizativa y polivalencia, aumenta la satisfacción del cliente.
Por
otro, los trabajadores se enriquecen personal e intelectualmente, se sienten más
integrados en la organización, mejores competencias en los puestos de trabajo, estabilidad
en el empleo, satisfacción en el puesto de trabajo, mayor predisposición a
cambios y nuevos proyectos, igualdad de oportunidades y mejor promoción
profesional, incremento de las oportunidades laborales.
“Forma bien a la gente para que puede marcharse,
trátales mejor para que no quieran hacerlo”. Richard Branson. (Virgin).
La formación en la empresa solo acarrea beneficios, es
muy importante para la empresa y para los trabajadores. La transmisión del
conocimiento aporta riqueza y este se debe acometerse a través de la formación.
Es responsabilidad de todos hacer que nuestras empresas sean más competitivas y
mejoren su posición en los mercados, y la formación es una oportunidad para
ello.
Magnifico artículo Juan. Estoy en total acuerdo contigo, la formación es una inversión que reporta, de forma instantánea, enormes sinergías para la empresa, en todos sus ámbitos.
ResponderEliminarMuchas gracias por ilustrarnos.
Un saludo